Luis Santillán es un personaje atípico en la escena de la dramaturgia contemporánea. Poseedor de una visión propia e intimista de la realidad y además con la levedad de espíritu de quien se permite una personalidad relajada y hasta cómica, Santillán estrena el viernes la obra ganadora del Premio Nacional Obra de Teatro, otorgado por el Instituto Nacional de las Bellas Artes y el gobierno de Baja California, en el año 2005: “Autopsia de un copo de nieve” habla de tres mujeres y una familia enteramente femenina, pero sobre todo habla de la soledad. Con esta directriz, Santillán habla de la gestación de la obra, de sus proyectos venideros y de los vericuetos que, finalmente, lo llevaron al teatro.
¿Qué obra estás escribiendo con la beca del FONCA (Fondo Nacional para
Es una obra que es una especie de columna, se llama “Malintzin”. La idea es hacer una revisión del personaje, no necesariamente desde un planteamiento histórico, es decir: no me interesa hacer una obra histórica, ni visitar esa parte de México. Lo que me interesa son las posibilidades del personaje porque se ha encasillado y de ahí no sale. Creo que tiene matices muy ricos en cuanto a sus sentimientos, su situación y el peso de sus decisiones, que tienen algo de admiración, temor, etcétera. Es un personaje muy complejo que me llama mucho la atención y en cuanto a eso gira el trabajo principal del FONCA. Durante el periodo de la beca he escrito otros textos: hay uno que se llama “Sepia”, que cuando llegó con un equipo de actrices y una directora fue intervenido por el proceso de montaje y de ahí salió una versión que se llama “Escaparate”, que se va a presentar en el teatro Carlos Lazo de Ciudad Universitaria. Hay otro texto que se llama “El llanto del caracol”, también a estrenarse en el Carlos Lazo y escrito en el periodo de la beca, que termina en septiembre. Para entonces entrego el texto terminado de Malintzin.
Se dice que tu obra, que se estrena el viernes, tiene influencias de Chéjov, ¿cómo tomas esto?
Es muy curioso porque antes, cuando estudié Literatura Dramática, yo me negaba a leer a Chéjov. En la facultad todos hablaban de él y lo hacían de una manera muy pedante y pretenciosa, así que yo dije “si todos lo leen, entonces yo no lo haré”. Cuando por fin lo leí, me di cuenta de que Chéjov es muy interesante y que no es necesariamente lo que decían que era por el trabajo que hace con los personajes, en esta aparente inmovilidad. Es decir: no hace grandes vueltas de tuerca ni los personajes se estremecen, sino que hay mucha profundidad y un universo muy íntimo. Creo que es en ese sentido la relación que hacen de “Autopsia…” con Chéjov, que en principio no era la intención. Yo tenía mis dudas, pero creo que finalmente uno es malo lector de sus obras. Cuando otro la lee te dice “mira qué chido aquí” y no siempre es cierto. Los aciertos que la gente descubre no siempre son intencionales. Yo creo más bien que la obra se gesta con cierta independencia, yo no me propongo escribir una cosa que sea muy chistosa o equis, sino simplemente surge la obra y ya hasta después te das cuenta de lo que estás haciendo. Hay otras donde el proceso es más consciente y sí va más encaminado a un fin, pero me gustan más las otras donde vas descubriendo. En el caso de “Autopsia…” no sabía cómo escribirle ni a dónde iba, lo único que veía era a Nicoleta en el baño y sabía que quería meterse a bañar y en el por qué no puede hacerlo surgió Natalikova, ya luego Catalina y después me di cuenta cuál era la historia.
¿Cuáles son los temas universales de los que trata la obra?
Yo creo que “Autopsia…” maneja la soledad de los personajes. Nicoleta es una niña que está sola, aún dentro de su núcleo familiar y su soledad viene no sólo de las circunstancias, sino porque también los otros personajes están solos. Yo creo que sería la desolación, esa incapacidad de hacer un contacto con otra persona porque la otra persona no está preparada o no quiere o porque simplemente no surgen las circunstancias para que se dé el contacto. Creo que ése sería el punto de “Autopsia…”: la incapacidad para sostener relaciones humanas, donde realmente exista una comunicación.
¿Tuviste otras influencias de dramaturgos, no sólo al escribir esta obra, sino a lo largo de toda tu producción de teatro?
Sí, es curioso porque al entrar a la muestra nos hicieron una serie de preguntas y una de ellas era ésta y mi respuesta fue que si yo dijera que no estoy influenciado estaría mintiendo: necesariamente estoy influenciado. El grado de influencia que tengo es donde no sé qué tanto es consciente y qué tanto es inconsciente. Realmente cuando leo una obra o cuando la veo, sea que me guste o no, va a repercutir. Si me gusta trato de ver qué cosas me llamaron la atención y esto funciona como una guía. Y las que no me gustan son una advertencia para no caer en eso. Entonces creo que todos los textos están influenciados por alguien que escribió antes.
En cuanto a la influencia consciente, yo siempre he reconocido finalmente que uno de los dramaturgos que motivó y que movió mucho lo que estaba haciendo es Rafael Spregelburd, el argentino. De México, siempre he contemplado tres dramaturgos que son como faros para mí: Jaime Chabaud, Luis Enrique Gutiérrez y Edgar Chías. Lo curioso es que si los ves juntos no tienen nada en común, no hay similitudes. Son estilos contrastantes, cada uno está concentrado en búsquedas distintas y esa diversidad es para mí como un panorama, como ver a muchos lados
¿Por qué escribes teatro? Necesariamente, en algún punto de tu carrera, decidiste escribir teatro y no literatura ni narrativa…
Para responder eso tendría que dividir en dos: por qué teatro y por qué escribir teatro. ¿Por qué teatro? Porque no me admitieron en la escuela de artes plásticas o porque presenté el examen para el CUEC (Centro Universitario de Estudios Cinematográficos) y tampoco me admitieron. Cuando estaba en el bachillerato tenía mucho tiempo libre y me acerqué al grupo de teatro de ahí y de esa manera empecé a involucrarme en ello. Tenía mucho tiempo libre y tenía que hacer algo. Mi primer acercamiento no fue actuando ni dirigiendo sino asistiendo producción. Y las circunstancias se dieron que terminé asistiendo dirección y me gustó mucho, así se convirtió en algo más serio. Creo que por eso el teatro: por el tiempo y porque tiene muchísimas cosas que me gustan, tiene cosas exclusivas. Es decir: ahora yo creo que hay una desolación, como en “Autopsia…”, y el teatro es uno de los últimos espacios donde se puede establecer contacto con las personas. No sólo se puede, se necesita hacer eso. Por otra parte, en esta era donde el hombre deja de ser tal y se convierte en una cifra, donde hay una masificación, el teatro hace lo contrario y necesita de la persona, de lo especial, de lo exclusivo. En ese sentido, la labor del teatro es la de recordarle al hombre que es persona.
¿Por qué escribo teatro? Por accidente. En este caso fue porque ya estaba en la facultad y tenía mucho tiempo libre igual. Hubo un concurso de dramaturgia y yo metí una obra. No gané. El concurso se trataba de que tú mandabas tu obrita y seleccionaban algunas finalistas que tenían que ser trabajadas con los jurados, que en ese momentos eran Luis Mario Moncada, Norma Ramón Calvo y Fernando Martínez Monroy. Tenías que buscar a los jurados, escucharlos y sobre los comentarios hacer las correcciones. Yo sólo busqué a Fernando a dos días de que se cerrara y me dijo que el problema del texto es que era de un director. El punto está en que no corregí nada y no gané, pero después Fernando me invitó a su taller de escritura. La primera vez que fui, cuando ya casi no tenía materias, Fernando llegó media hora tarde y yo ya estaba muy desesperado, más al ver a mis compañeros que estaban todos tranquilos y escribiendo. En el marco de esto vi la convocatoria del Centro Cultural Helénico, del Mancebo. No gané, pero quedé en los finalistas y, aunque me propongo ganarlo algún día, no sé si lo lograré. La verdad es que se ha vuelto como una terquedad.
2 comentarios:
Hola!
¿Ustedes me pueden decir dónde puedo conseguir la obra de Luis Santillán llamada Malintzin? ¿Alguna edición, editorial, librería, biblioteca?
Mil gracias y saludos... Excelente entrevista!
donde se encuentra la obra Malitzin de Luis Santillan , les agradeceria si me dan referencias, saludos, gracias.
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